(Segunda parte) El primer plano tiene más alcance que un simple detalle con precisión natural. Los buenos primeros planos trasmiten un suave sabor humano, porque revelan las cosas modestas ocultas y crean la atmósfera de delicada atención propia del admirable impulso del hombre, que lo lleva a no pasar por alto la secreta intimidad de las “pequeña vidas”. Los buenos primeros planos, también diría que son visceralmente poéticos. Los cuales son creados por un hombre y no algo técnico. Los primeros planos son frecuentemente las revelaciones dramáticas de lo que realmente sucede tras la apariencia externa. Los primeros planos, expresan mediante imágenes, la sensibilidad y el sentido poético del director. Pueden mostrar la fisonomía de los objetos y conferirles esa expresión que es, al mismo tiempo, la expresión de nuestros sentimientos inconcientes. Y es allí donde puede descubrirse su capacidad poética.
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