domingo, 5 de abril de 2009

EL SONIDO ES INDIVISIBLE.

La naturaleza propia del sonido influye sobre la composición, el montaje y el carácter dramático del cine. El sonido, como objeto, no puede ser fragmentado por la cámara. En un determinado espacio se lo oye siempre por completo. Es homogéneo; conserva el mismo carácter en todas las partes de un mismo espacio. Sólo puede variar de intensidad aproximándose o alejándose, o mezclándose de diversas formas con otros sonidos. Si en el salón del que se hablo antes, nos encontramos junto a la orquesta, solo escucharemos la música, en tanto que en la cercanía de cualquier mesa las risas y las voces altas la ahogarán. Todo sonido tiene un carácter determinado por el ambiente. De sus matices podemos inferir si ha sido emitido en una habitación, en un sótano, en un bosque, etc. estas características del sonido relaciona las imágenes aisladas que se desarrollan en un mismo ambiente y las convierte enana unidad. El sonido en el cine a educado de cierta manera nuestros oídos para habituarlos a reconocer todos los matices sonoros. Pero creo que aún no hemos aprendido en el cine a escuchar tan bien como a ver. En el comienzo del cine sonoro, que pudo haber utilizado el sonido como materia de creación artística, del mismo modo que el cine mudo utilizó la imagen, pero lamentablemente dejó muy pronto el campo y cedió ante el cine hablado. Esta fue sin lugar a dudas una regresión al teatro fotografiado. El sonido en el cine nos muestra la posibilidad de escuchar el ambiente sin necesidad de verlo; la posibilidad de escuchar toda la extensión de un gran espacio, mientras la imagen se reduce simplemente a un primer plano.

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